domingo, 28 de octubre de 2018

Fer se enfrenta al reto: charla en Villanueva de los Infantes, 28.10.2018

Hoy ha sido uno de esos días en los que uno recibe la recompensa por ser radioaficionado. Es una alegría comer unos churritos con José María (GZD), y después del viaje a Villanueva de los Infantes toparte en plena calle con Alfonso (FOV), compartir un cafelito con Luis (API), volver a ver a José Luis (VT), conocer en persona a José Antonio (BBN) y a la encantadora Vicen (EA4LK) , ver la cara de satisfacción de Jordi (WH) y dar un abrazo a Luis (GCR). Saludo a Fer (FR), cordial pero concentrado. La ocasión no es para menos.

EA4FR inicia la charla
Si a cualquiera de nosotros nos propusieran dar una charla sobre cualquier tema de radioafición ante una audiencia compuesta por radioaficionados, estoy seguro de que ninguno pondríamos objeción. Discreparíamos sobre si dipolos o verticales, analógico o digital, que si Kenwood que si Icom, que si 27 o los 80, que si galgos o podencos...

Pero el ponente tendría la seguridad de que la mayor parte del contenido de la charla tendría que obviarla, pues se notaría en la mirada de los oyentes. A cualquier radioaficionado, tenga la condición y edad que tenga, se nos nota en la mirada que todos encendemos la radio al llegar a casa, que el viento nos quita el sueño, que tengo que mirar una antena mejor, que mañana hay concurso, que la Aemet da agua para el finde, que una ermita no sólo es para ir a rezar, que 73 no sólo es 72+1, que cuando vemos un coaxial no solo vemos un simple cable. Se nos nota en la mirada.

Pero ¡amigo!, el más difícil reto de un radioaficionado es responder a la pregunta que una sala llena de adultos sin esa chispa en la mirada espera obtener un domingo por la mañana: ¿por qué tendría que interesarme la radioafición? Los valientes para ese reto ya seríamos muchísimos menos.

Pues hoy he sido testigo de uno de esos valientes radioaficionados que se han atrevido a cruzar el Rubicón hertziano. Fer se ha enfrentado hoy a ese público que esperaba que le respondiesen a esa pregunta, tan sencilla de formular y tan complicada de responder, porque realmente y en el fondo, la radio no es un simple pasatiempo o una simple técnica, es algo que realmente nos satisface y gratifica. No es lo mismo saber tocar la flauta que ser músico; pero ¡qué difícil se nos hace transmitir ese sentimiento!


Fer también se atreve a firmar un ejemplar de Fuenteovejuna
¡Y en la villa de Quevedo! ¡Voto a brios!
Un radioaficionado puede obtener, en solitario o en grupo, importantes trofeos, diplomas, y condecoraciones por su actividad como tal, pero el más importante desafío a que se puede enfrentar un "ham" es atreverse a transmitir esa ilusión a profanos. Fer aceptó el reto y hoy lo ha ejecutado con sobresaliente, y por ello se ha ganado las letras en mayúsculas.

Y no menos importante la preparación del evento, a cargo de Jordi. Mil gracias a todos.